La importancia del deporte en la salud mental
Siempre se ha dicho que quien mueve las piernas, mueve el corazón, pero ¿y si le damos un nuevo sentido a la palabra “corazón”?
Decimos que la salud física es muy importante para estar en forma y para prevenir enfermedades, como es el caso de la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, también hay otro tipo de salud que debemos tener en cuenta: la salud mental.
A modo de definición, la salud mental es un estado de bienestar general de la manera en la que pensamos, cómo actuamos frente a situaciones de estrés o ansiedad, el saber gestionar nuestras emociones o cómo nos relacionamos con nuestro entorno.
A día de hoy, la salud mental está causando más impacto. Según las estadísticas del Ministerio de Sanidad, un diez por ciento de la población con más de quince años ha sido diagnosticada con algún tipo de problema de salud mental.
Después de la época de la pandemia, alrededor de un seis por ciento de la población española ha ido al psicólogo o al psiquiatra. Este problema de tristeza y de incertidumbre a nivel colectivo se denomina “fatiga pandémica” y, según la OMS, afecta a seis de cada diez personas.
Por lo tanto, podemos observar que hay que mejorar nuestra salud mental, pero ¿cómo lo hacemos?
Aquí tenemos algunos consejos:
Descansar de una manera correcta, alrededor de unas ocho horas.
Hacer ejercicio físico de manera moderada.
Mantener una dieta equilibrada.
Disfrutar de nuestro tiempo libre haciendo actividades que nos hacen bien de manera solitaria o colectiva.
Reducir todo aquello que nos genere estrés y tener algún hobbie que nos produzca calma.
Mantener contacto con otras personas y nuestro entorno.
Enfocar la mente en pensamientos positivos.
Establecer unas prioridades para objetivos diarios.
Disminuir el tiempo en las pantallas digitales.
Buscar ayuda profesional cuando sea necesario.
Y os preguntaréis, ¿por qué uno de los consejos está destacado? La respuesta es que nos vamos a centrar en el ejercicio físico como prevención de un problema de salud mental.
Al desarrollar nuestro estado físico, nuestra calidad de vida mejora y disminuye la probabilidad de sufrir estrés o ansiedad. Según varias hipótesis, al hacer deporte se activan neurotransmisores tales como la serotonina (aumenta la autoestima y la confianza), la endorfina (ayuda a relajarse), la oxitocina (capaz de ponderar los vínculos sociales) y la dopamina (relacionada con el placer que nos da el hacer deporte).
No solo tenemos estos beneficios, sino que hay muchos más, como es el caso de mejorar nuestra conducta, prevenir el deterioro cognitivo, incrementar la memoria y la capacidad cerebral, eliminar los problemas de insomnio, ayudar a controlar o eliminar las adicciones, desarrollar la productividad y nuestra capacidad de concentración.
En conclusión, hacer deporte nos ayuda a estar en forma, pero también debemos darle la importancia a nuestra salud mental. Y vosotros, ¿realizáis algún deporte para “mover el corazón”?